La verdad es que esta semana estoy teniendo más emociones de las que debiera sentir como inversor.
Ello no es bueno, porque las emociones conllevan malas decisiones y por lo tanto malos resultados.
Mis emociones están siendo contrarias a lo que veo en los gráficos: subidas generalizadas. Es por ello que he recogido mis plusvalías en la mayoria de mis valores. Hay muchas razones macro para confiar en la renta variable, y sobre todo en la europea. Pero en mi caso, los riesgos que Rusia representa (crisis de Ucrania y su dependencia de un petroleo caro) y la posible salida de Grecia son los peligros que me tienen inquieto. Y observo cierta complacencia en el mercado cuando aun no está resuelto ninguno de ellos.
Sin embargo, y por el lado de las evidencias, si cerraramos el mes de febrero en esta cota ya estaríamos justo ante la segunda y menor resistencia bajista, que está formada por los picos intramensuales alcanzados previamente. Y nos mantendríamos por encima de la resistencia de cierres mensuales. Cosa muy positiva porque estamos muy cerquita de una ruptura muy importante para el largo plazo. Pero estamos a mitad de mes, para bien o para mal.
En detalle se ve así:
Con respecto al DAX, y para el caso de que el mercado tenga motivos para corregir, os dejo un gráfico con mi escenario correctivo. Por un lado un simple retesteo de la resistencia rota-> no descartable a poco que se complique algo.
Y por otro, mucho más improbable, una corrección similar a la que hubo en 2011 para la que faltarían muchas alertas previas por saltar y alguna razón de mucho peso.
